Primer satélite espacial boliviano, el Túpac Katari (TKSAT-1), ha generado ingresos por 102,2 millones de dólares en sus cinco años de operaciones, informó el gerente de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana.
En un encuentro con periodistas, Zambrana explicó que la facturación anual del satélite pasó de los 7 millones de dólares en su primer año en órbita a superar los 25 millones a partir de 2016.
“El acumulado es más o menos 102,2 millones de dólares y es un indicador cierto de que si no tuviéramos un satélite propio, ese dinero se hubiera ido afuera”, resaltó.
Zambrana recordó que uno de los motivos por los que el Gobierno boliviano impulsó el proyecto del satélite fue que el país llevaba 35 años “contratando satélites extranjeros, pagando en dólares, firmando contratos en inglés para usar esas facilidades”.
Según el gerente, el objetivo también es revertir la situación de “exclusión y desigualdad” en el acceso a las telecomunicaciones en el país, sobre todo en las zonas rurales.
“No quiere decir que ahora hemos resuelto todos los problemas, pero hemos avanzado significativamente en borrar esta desigualdad que había en la población boliviana entre quienes tenían acceso a las tecnologías de información y comunicación y quienes no lo tenían por vivir en las áreas rurales”, manifestó.
El TKSAT-1 fue lanzado desde una estación china el 20 de diciembre de 2013, inició sus servicios en abril de 2014 y hasta el momento su capacidad está ocupada en un 70 %.
El satélite fue construido en China por la Corporación Industrial Gran Muralla con un coste de unos 300 millones de dólares, financiados en un 85 % con un crédito del Banco de Desarrollo de China y el 15 % restante aportado por el Estado boliviano.
El Túpac Katari es operado desde dos estaciones de control en las regiones bolivianas de La Paz y Santa Cruz, por personal civil y militar que recibió formación especializada en el país asiático.
Los principales clientes de la ABE son la estatal Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) y las telefónicas privadas Viva y Tigo, además de otras instituciones como la Aduana y el Servicio General de Identificación Personal de Bolivia.
Además, ofrece servicios de televisión e internet satelitales.
Zambrana mencionó que en el mundo solamente hay cincuenta países que operan satélites de telecomunicaciones y cuatro son latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela.
El gerente indicó que el hecho de que el satélite tenga una capacidad libre del 30 % garantiza que se recuperará la inversión realizada.
La agencia espacial tenía previsto trabajar otro proyecto para un segundo satélite, el Bartolina Sisa, para apoyar las tareas de prospección y gestión de recursos naturales, vigilar proyectos agrícolas y fortalecer la búsqueda de recursos hídricos, pero “ha sido diferido por un tema de presupuesto”, señaló Zambrana.
Túpac Katari y su esposa Bartolina Sisa fueron líderes indígenas que murieron descuartizados en represalia por sus levantamientos contra la colonia española en la actual Bolivia en el siglo XVIII.